jueves, 20 de diciembre de 2012

La Navidad y los juegos online

Ya que la Navidad está a la vuelta de la esquina (de hecho, mañana vuelo a casa), he pensado en reflexionar sobre el conflicto de la "Navidad" (se puede extrapolar a otras fiestas) en los videojuegos online. Después de que Don Localizote nos haya ofrecido una panorámica de los problemas que suponen los juegos online, yo voy a centrarme solo en el gran dilema de la Navidad. 

Como ya habréis leído en el blog de Don Localizote, una de las grandes restricciones de los juegos online es el hecho de que el juego se ofrezca en un servidor global en el que se enfrentan jugadores de todos los rincones de la Tierra. Por tanto, a menudo, se lanzan actualizaciones sobre acontecimientos que pueden resultar relevantes para la cultura origen, pero no tanto para la cultura meta e incluso que pueden llegar a ser conflictivos. Uno de los ejemplos es la Navidad. 

No en todos los países y culturas se celebra la Navidad. La Navidad es una fiesta cristiana y, por tanto, aunque la influencia del cine y la globalización haya permitido que se entienda e incluso se medio festeje en otras culturas o que se respete por otras religiones, no es una fiesta musulmana, ni una fiesta budista, ni tiene cabida en otras religiones y, por tanto, para ellos, un acontecimiento navideño en un juego que se pretenda vender como "localizado" y como parte de su cultura carece de sentido. 

Pero, no hace falta irse a otras religiones, mismamente con centrarnos en las ramas del Cristianismo nos vale.  Por ejemplo, en España, a nosotros no nos trae los regalos un hombre vestido de rojo y con barba blanca, a nosotros nos los traen los Reyes Magos el 6 de enero y, aunque estemos muy influidos por la televisión, los jugadores españoles puede que no entiendan que haya un acontecimiento sobre la segunda Navidad el 26 de diciembre como ocurre en la Navidad protestante o sobre el Adviento durante el mes de diciembre y que, sin embargo, se olviden de los Reyes Magos. Otro ejemplo, son las uvas en Nochevieja en España o las lentejas en Italia frente a los fuegos artificiales y los petardos tan típicos en el Norte de Europa o el turrón frente al Glühwein. Por supuesto, el jugador va a entender esos símbolos, pero el juego va a seguir pareciéndole un producto extranjero.



Otro problema es la nieve. Cuando vemos una postal con nieve, incluso aunque no tenga un árbol de Navidad en medio, inmediatamente la relacionamos con la Navidad y, a menudo, las tarjetas de Navidad son un paisaje con nieve, pero ¿qué ocurre en el Caribe? ¿O en Brasil? Para ellos, la nieve no es una parte de la Navidad.



Cuando empecé a trabajar en la empresa de videojuegos, teníamos un videojuego sobre prostitutas, proxenetas y delincuentes y, en Navidad, había una promoción de prostitutas de Navidad con habilidades especiales. Para un protestante, esto puede resultar gracioso, pero en Polonia, donde una gran parte de la población es extremadamente católica, hablar de prostitutas navideñas era un gran insulto a la fiesta en la que se celebra el nacimiento de Cristo.

En definitiva, cuando un desarrollador de videojuegos se decide a lanzar un acontecimiento relacionado con un aspecto cultural debe tener en cuenta que el significado de ese acontecimiento y los iconos basados en él varían de una cultura a otra y que, por tanto, no va a tener el mismo impacto en la cultura de origen que en la cultura meta. Por tanto, tiene dos opciones: lanzar solo los acontecimientos en servidores locales donde tengan verdaderamente sentido o lanzar acontecimientos neutrales que no estén relacionados con ningún aspecto cultural. Si, aún conociendo el riesgo, decide publicar un acontecimiento basado en su cultura en un servidor global, no debe sorprenderse si el juego no recibe la misma aceptación ni los mismos ingresos que en su país.

¡Feliz Navidad a todos y próspero año 2013! 




martes, 4 de diciembre de 2012

Las correcciones de las pruebas de traducción

Esta entrada enlaza un poco la idea que refleja Pablo en su entrada Pensar es gratis, pero a veces cuesta, aunque desde el punto de vista del traductor que ha pensado y que recibe una corrección en la que no lo han apreciado, que también pasa.

De hecho, a mí me ha pasado dos veces en cuestión de dos semanas y la verdad es que a la segunda ya me he visto obligada a escribir algo sobre ello.

Esta entrada va dirigida a la gente que se dedica a corregir pruebas de traducción principalmente, aunque también a los que corrigen cualquier traducción y, puesto que no soy una experta en corrección, aunque lo he hecho durante años en mi trabajo, puede que mi planteamiento no sea muy técnico, pero es lo que considero adecuado para que la corrección sea eso: una corrección y no una retraducción u otro punto de vista.

En mi opinión, las correcciones deben basarse en distintos niveles: gramática, ortografía y estilo (adaptación al género y al contexto). El corrector no debe sentarse ante la traducción y cambiarla entera por cuestión de gustos si el traductor ha escrito correctamente (gramaticalmente y ortográficamente) y, además, se ha adaptado al género del texto y al estilo que corresponda a ese género y al contexto en el que se desarrolla la historia. Por ejemplo, me parece adecuado que un corrector no admita vulgarismos en un juego o texto para niños o que decida cambiar el tú por el vos en un texto sobre la Edad Media. Lo que no me parece adecuado es que cambie una palabra por su sinónimo si ambas son correctas enmarcadas en el contexto del texto o que se base en sus gustos personales para decidir lo que está bien o lo que está mal. Es decir, el corrector no debe basarse en "lo que le suene bien" sino en lo que es correcto o incorrecto porque es evidente que cada traductor al igual que cada escritor tiene su propio estilo y el corrector también tiene el suyo propio, lo que no significa que la traducción esté mal. Es decir, el primer principio es la objetividad. Cualquiera ha pensado alguna vez que si él mismo hubiera escrito un determinado texto, lo habría hecho de otra forma, pero eso no implica que no deba respetar el tratamiento que el traductor ha dado al texto. Cada texto tiene múltiples interpretaciones o múltiples formas de ser reproducido.

Asimismo, el corrector, sobre todo en el caso de las pruebas de traducción, debe ponerse en la piel del traductor. Es decir, cuando corrija la prueba, debe tener en cuenta el nivel de adecuación del traductor conforme al tiempo que tuvo para hacer la prueba y los recursos con los que contaba. No es lo mismo hacer una prueba el día de la entrevista, sin diccionarios y sin Internet, delante del entrevistador que hacerla dentro de un límite de tiempo o sin límite alguno.

A menudo, la prueba viene con unas instrucciones y al igual que el traductor debe tenerlas en cuenta (por ejemplo, seguir la terminología oficial de una determinada empresa), también debe aplicarlas el corrector a la hora de hacer su juicio de valor:

Por ejemplo, al traductor le han pedido traducir una serie de términos con un límite de caracteres, el corrector, por tanto, también tendrá que respetar ese límite. Parece muy obvio, pero la semana pasada, me pasó esto mismo, me devané los sesos pensando en cómo traducir una serie de términos y frases en un espacio muy reducido y después de dar con soluciones, que evidentemente no son tan buenas como las que propondrías si tuvieras más espacio, pero que eran válidas, el corrector me pone que por qué no he usado la palabra más obvia, la cual sobrepasaba el límite en, tranquilamente, cinco caracteres (¿por qué será?)

Otro caso es el que ya he mencionado, la empresa te pide que uses la terminología oficial de un determinado producto, tú como buen traductor buscas el manual y las traducciones oficiales. Las usas, como indicaban las instrucciones de la prueba, aunque, en ocasiones, no son la solución más bonita, pero sí la aceptada y el corrector te dice que suena mucho mejor otra palabra (a ti por supuesto, no se te había ocurrido...).

Para acabar, una empresa te pide que adaptes un texto conforme a las reglas de SEO para publicarlo en una página de aterrizaje, lo que incluye la repetición de las palabras clave en un determinado porcentaje. El corrector te devuelve el texto indignado porque repitas varias veces en tres párrafos la misma palabra en vez de usar sinónimos que quedan mucho más bonitos en castellano...

En definitiva, hay muchos traductores capaces de hacer un texto estilística y gramaticalmente correcto, pero no todos son capaces de hacerlo conforme a las instrucciones del cliente y es ahí donde la mano del corrector y su opinión deben resultar decisivas. El corrector va a ser el filtro y sus comentarios y correcciones van a determinar en gran medida si un traductor consigue un trabajo o no. Por ello, su labor es fundamental y muy importante para que la industria funcione y, por tanto, debe ser capaz de trabajar de forma objetiva, exhaustiva y profesional. Las empresas deberían elegir a los correctores con mucho cuidado, ya que una buena parte del peso de la decisión de si se contrata a alguien o no depende de ellos y las personas a las que una empresa contrata definen el futuro de esa empresa.

lunes, 19 de noviembre de 2012

La historia que nunca acaba

Hace ya tiempo hablé de lo que se suele esperar de un traductor cuando hace una prueba de traducción desde el punto de vista del gestor de proyectos y, ahora, como se ha dado la vuelta a la tortilla y soy yo la que hace pruebas de traducción, me he puesto a reflexionar sobre lo que siento cada vez que hago una prueba de traducción, que se puede resumir en: 
- ¿Por qué no me contestan?
- Hora de suplicar para que hagan una prueba
- Concentración total, vamos a clavarla.
- ¿Les gustará?
- Me agregan a su base de datos y ¿ahora qué?
- Vuelta a empezar.

Es decir, es la historia que nunca acaba. Para empezar, algo que llevo pensando durante mucho tiempo y que he comentado a varios colegas traductores últimamente es que ya puedes haber estudiado Traducción e Interpretación, haber hecho un Máster, haber trabajado cinco años en la industria, pero aún así tendrás que someterte una y otra vez a examen. Sinceramente, no lo entiendo. Si ya lo demostraste con los cuatro o cinco años de exámenes y ejercicios, con la tesina y con los años de experiencia, ¿no te has ganado ya el respeto suficiente para que te crean cuando dices que sabes lo que haces? Pues parece que no, el traductor tiene que "licenciarse" cada vez que quiere participar en un proyecto o que cuenten con él en una agencia de traducción, incluso aunque haya hecho veinte pruebas del mismo tipo y tenga no sé cuántas referencias.

¿Por qué ocurre esto? Supongo que es la historia de siempre: se sigue pensando que cualquiera puede traducir y solicitar un empleo de traductor por el hecho de hablar ciertos idiomas. Por ello, las empresas deciden examinar a la persona por su cuenta y ver si es lo que ellos específicamente buscan. ¿Pero, entonces para qué quiero tener un buen currículo y haber estudiado la carrera? Buena pregunta. Lo quieres para tener que suplicar un poco menos para que te hagan la prueba y, por supuesto, para hacerla bien. Aunque hacer la prueba bien, no garantiza nada, ya que solo supone que te metan en una base de datos y que tengas que cruzar los dedos para que un día tengan suficiente trabajo como para recurrir a ti y tranquilamente puede ocurrir que alguien menos capacitado que tú haga la prueba tan bien como tú porque ese día se alinearon las estrellas, pero sea más barato y recurran a él primero. 

Así que ¿cuál es la conclusión? La conclusión es que hay algo que estamos haciendo mal con nuestra profesión porque en teoría estudiamos algo para conseguir un buen trabajo y tener una vida cómoda, pero en la práctica, el traductor nunca termina el proceso, salvo si se queda toda la vida en la misma empresa o monta la suya propia. Somos algo así como Peter Pan y los niños descarriados, que no nos hacemos mayores o que nos han dejado atrapados en un mundo donde nos impiden crecer. No tengo una solución, pero ¿por qué no ocurre esto en otro tipo de profesiones? ¿Por qué un ingeniero o un médico cuando terminan sus muchos años de carrera, prácticas, etc. consiguen un trabajo sin que nadie ponga en duda sus conocimientos? 


En fin, supongo que la paciencia es la madre de todas las ciencias y no sabéis todo lo que estoy aprendiendo desde que me he embarcado en esta nueva aventura de la autonomía.


miércoles, 31 de octubre de 2012

Mi página web

Llevo con el proyecto de crear una web desde verano y ha tenido que ser mi cambio de vida el que me impulsara a llevarlo a cabo de una vez por todas. Aquí la tenéis: http://www.transcreatingworlds.com/ (también podéis acceder a ella por medio de la pestaña). Aún me faltan retoques de diseño y un par de cosillas más que tengo que perfeccionar o pensar mejor, pero podéis ir echando un vistazo. No se trata de una página personal, sino más bien un proyecto profesional. Espero que os guste. Por el momento, es muy sencilla, pero tiempo al tiempo. Os agradezco si la compartís y hacéis un poquito de publicidad, que nunca viene mal.

Un abrazo

sábado, 27 de octubre de 2012

Una nueva aventura

La verdad es que hasta ahora he usado el blog para hablar de temas que consideraba que se merecían una entrada o que podrían ser útiles de algún modo, pero, esta vez, voy a hacer una entrada más a modo de queja o denuncia, aunque puede que alguien le saque alguna utilidad.

Supongo que los que os movéis por el mundo de los videojuegos ya lo habréis oído, pero para los que aún no se hayan enterado, una empresa bastante grande de juegos online ha hecho una restructuración y, con ella, se han ido 130 personas a la calle y, entre esas personas, de los más afectados han sido los traductores.

Si os soy sincera es algo que se veía venir: la gestión de proyectos la habían dejado en manos de gente que no tenía prácticamente nada que ver con el mundo de la traducción y quienes consideraban que cualquier persona era capaz de traducir todo lo que le dieran en un tiempo récord porque la traducción es algo tremendamente sencillo, todo el mundo que sabe un idioma (os remito a una de mis primeras entradas) sabe traducirlo a su idioma. De hecho, uno de los ejemplos más claros que se vieron en los últimos tiempos fue que la empresa recibió 20000 palabras para traducir y, como ya sabían que los traductores internos se iban a ir a la calle y los externos les salían demasiado caros, decidieron darles la traducción a los administradores de los foros de cada idioma porque ellos lo hacían gratuitamente y daba completamente igual lo que esas personas hubieran estudiado o hecho en su vida o los conocimientos de los idiomas que tuvieran, lo importante era su precio. Un ejemplo así demuestra el poco valor que se le daba a los traductores y, por tanto, que los traductores se fueran y los sustituyeran por gente más barata era cuestión de tiempo. Con esto también os remito a mi entrada sobre los gestores de proyectos.

A lo que voy es que por desgracia para nosotros aún el mundo de la traducción y de la localización está muy infravalorado. El hecho de que una empresa con más de 500 trabajadores ponga en manos de cualquiera el departamento que hace posible que esa empresa tenga éxito internacional es una muestra de que aún nos queda mucho camino por recorrer para alcanzar el reconocimiento. Yo, por mi parte, no me voy a cansar de luchar por lo que considero justo y por lo que considero que significa hacer las cosas bien, aunque ahora esto implica para mí embarcarme en una nueva aventura que es la del traductor autónomo y en la que necesitaré el apoyo de muchos de vosotros, los traductores.

La traducción, la localización y la transcreación son la forma que el mundo tiene de atravesar fronteras sin necesidad de moverse de su casa, son la forma de conocer otros mundos que, de otro modo, nos serían inaccesibles, son la forma de llevar lo local a lo global y son una herramienta necesaria para que una empresa tenga éxito internacional. Por tanto, quien las tira por la ventana está destruyendo su oportunidad de conquistar el mundo.


sábado, 6 de octubre de 2012

Los gestores de proyectos: los que deberían ser nuestros aliados

Últimamente, he tenido un par de malas experiencias con gestores de proyectos, lo que me ha llevado a reflexionar qué es lo que se debería esperar de un gestor de proyectos desde el punto de vista de un traductor, pero también desde el punto de vista de la empresa (al menos de lo que buscaría yo si fuera una empresa). 

Desde una perspectiva general y, en mi opinión, el gestor de proyectos es una figura vital para que el proceso de traducción o localización se realice correctamente y, por tanto, el gestor de proyectos tiene que ser un buen profesional, capaz de tener una visión de conjunto, un buen criterio matemático y un don de gentes. Por supuesto, estos aspectos son muy generales y bastante difusos, así que voy a intentar ser más específica.

Considero que un gestor de proyectos de traducción debería haber estudiado Traducción o al menos tener una amplia experiencia como traductor. La razón para ello es muy simple: el gestor de proyectos es el nexo de unión entre lo que quiere la empresa y lo que va a proporcionarle el traductor. Por tanto, debe ser capaz de resolver cualquier problema en el proceso: tanto dudas del traductor como dudas por parte de la empresa. 

En primer lugar, debe ser capaz de agarrar la propuesta de la empresa y saber diseccionarla y analizarla de tal forma que el mayor número posible de dudas de traducción que pueda plantear el texto ya las pueda plantear él o ella desde el principio. 

Por ejemplo, el otro día nos enviaron una tarea en la que una empresa inglesa nos pedía traducir una encuesta. En ella, los resultados de la encuesta tenían esta estructura:

Id 1: %s %p a happy warrior who wants to be in a world full of butterflies (es solo un ejemplo).

La empresa planteaba que el primer %s hacía referencia al sujeto y el segundo %p al verbo puesto que solo eso cambia en inglés en la frase y no se planteaban que en otros idiomas los cambios van más allá de la forma verbal y del sujeto: el género por ejemplo. El caso es que el gestor de proyectos ni siquiera se planteó que esto supusiera un problema o que esto provocara que la empresa inglesa tuviera que introducir textos alternativos en el código del programa para los otros idiomas para que el resultado saltara conforme al sexo de la persona que respondía la encuesta. 

Los traductores fueron los que plantearon la solución y después de todo un día de trabajo y entregar la tarea de la forma adecuada para que se adaptara a los idiomas romances, el gestor de proyectos dijo que la reprogramación del código costaba mucho dinero y que no había que hacer la tarea. Todo un día tirado por la borda porque no fue capaz de analizar desde el principio cómo se debía llevar a cabo la tarea y qué es lo que tenía que pedir a la empresa. Tan solo con leerse bien lo que pedían, ver el primer ejemplo y, por supuesto, tener una noción de cómo funciona la traducción, el problema se habría resuelto.

En segundo lugar y en relación con el ejemplo, el gestor de proyectos tiene que ser capaz de calcular los costes y el tiempo conforme a los recursos que tiene a su disposición y conforme a lo que es mejor para la empresa. Es decir, a veces es mejor plantear a la empresa un plazo más amplio y usar menos recursos, lo que supone menos dinero a la empresa, que usar muchos traductores para un mismo proyecto y que haya discrepancias dentro del proyecto. El gestor tiene que ser capaz de ponerse en la piel del traductor y de la empresa y no plantear plazos imposibles o prometer el oro y el moro y que eso repercuta en gastos adicionales. 

En tercer lugar, el gestor de proyectos debe ser una persona empática y con un don de gentes. En su función, debe saber mantener contentos no solo a las empresas, sino también a los traductores. El hecho de que haya muchos traductores en el mundo no quita que cuando tienes unos buenos en el equipo, deberías ser capaz de mantenerlos, ya que, se crea una relación de confianza y esto te garantiza que ofrecerás un producto bueno y a tiempo. Al fin y al cabo, la figura del gestor de proyectos no existiría sin los traductores, así que deberían ser su bien más preciado. 

Debería estar siempre disponible para las dudas de los traductores y ofrecerles siempre a priori toda la información necesaria para que desarrollen bien su tarea. Es decir, en el proceso de análisis de la tarea, debe realizar una labor de documentación y pedir a la empresa todos los materiales que considere necesarios y toda la información que pueda ser de valor para el traductor. De esta forma, se evitará muchos quebraderos de cabeza durante el proceso y recibirá muchas menos preguntas por parte de los traductores porque una parte de sus dudas ya estarán resueltas desde el principio.

Para acabar, tiene que controlar y revisar la tarea una vez finalizada. Por supuesto, no tiene por qué conocer los idiomas, pero sí debe homogeneizar los documentos (que los nombres de los archivos sean similares y el formato el adecuado) y comprobar que todo está hecho. Asimismo, es muy recomendable que envíe un feedback a los traductores de su trabajo. Por ejemplo, si la empresa se ha quejado por algo o si todo lo contrario o si ve que falta algo o si han hecho un trabajo excelente. Los traductores estarán muy agradecidos de recibirlo, ya que, solo viendo los fallos, se es capaz de mejorar o si han hecho un buen trabajo, sabrán que deben seguir por ese camino.



En definitiva, el gestor de proyectos debería ser nuestro aliado, nuestro compañero y la persona que siempre esté ahí si sentimos que nos estamos volviendo locos frente a un texto.




martes, 25 de septiembre de 2012

Por no perder dos minutos o contratar a un profesional

Hoy, he propuesto a mis compañeras de trabajo ir a cenar a un restaurante y, como era mi propuesta, han decidido que podríamos ir a un restaurante español. Así que me he metido en la web de uno que una compañera ha recomendado para echar un vistazo al menú y a la web y me he topado con una web que, aunque aparentemente tiene muy buena pinta, está llena de errores textuales.
Lo malo es que no es la primera vez que veo un menú de un restaurante español fuera de España con errores o lo que es peor: hasta en España, me he encontrado con menús que dan penita verlos. Se supone que una web, un menú o cualquier panfleto de un restaurante o de cualquier empresa es un método publicitario, pero ¿qué publicidad se puede hacer si está lleno de errores que se podrían evitar si en vez de hacerlo uno mismo se contratara a alguien que supiera hacerlo bien? En el caso del restaurante español en otro país, la sensación que te llevas es que lo que vas a comer no va a ser lo que esperas, ya que, si ni siquiera se han molestado en que el menú fuera escrito por alguien nativo, a saber en qué se molestarán respecto a la comida. Por supuesto, puede que la comida sea excelente, pero la primera mala impresión ya se la han llevado.

En mi opinión, convendría gastarse cuatro duros en una buena traducción o redacción que te dé una buena publicidad que quitarte clientes por tener la mala pata de cometer una falta de ortografía. Igual, en España, la falta de ortografía se puede tomar a guasa y no adquirir importancia alguna, pero en el caso de fuera de España, la falta se relaciona con "no ser nativo", algo que para un restaurante especializado en la comida de un determinado país es tan solo mala publicidad. Ni que decir tiene que algo bien escrito da la impresión de orden y detallismo, algo que en un restaurante resulta muy apreciado.

Aquí tenéis algunos ejemplos que me he encontrado hoy:


¿No quedaría mucho mejor "crema de aguacate"? (Sé que sale en la RAE, pero en España se usa aguacate).

Como se puede ver, hay una mezcla de mayúsculas y minúsculas a modo de calco del alemán, pero lo peor es que no se usa un criterio homogéneo.

En dos líneas, dos fallos, que, sin duda, han ocurrido por escribir rápido.

La tilde de "Menú", igual por desconocimiento o por escribir con prisas.

Estos son solo ejemplos. Sé que hay muchos casos peores, pero que en dos páginas se vean estos pequeños errores, ya es todo un indicativo de falta de profesionalidad. El problema no está en la intención (que seguro que es buena), está en que por ahorrarse un dinero en contratar a un traductor o a un corrector o por no perder dos minutos en repasarse el texto, la impresión que causa es justo la contraria a la planeada y, al final, puede conllevar la pérdida de clientes y, por tanto, de dinero.

En conclusión, si haces las cosas, mejor las haces bien :)

jueves, 6 de septiembre de 2012

Fiestas de Aranda

Como buena arandina, me voy a las fiestas y os recomiendo a todos que hagáis lo mismo :)

¡Hasta la vuelta!


martes, 4 de septiembre de 2012

De costumbres y convenciones

Hoy quería hablar de algo que oí el otro día y que me lleva molestando un tiempo, pero quiero dejar claro que solo es una opinión personal.
El otro día me senté a hablar con el productor de uno de los juegos de la empresa para la que yo trabajo. La idea era convencerlo de que si quieren un producto bien localizado, necesitamos libertad para hacerlo (en los juegos online hay limitaciones debido a los mapas globales donde juegan jugadores de todos los rincones del mundo). El caso es que lo que queríamos era que los traductores pudieran traducir todo y que no estuvieran obligados a dejar los nombres propios en el idioma original, ya que, a veces, esos nombres propios hacían referencia a personajes históricos cuyo nombre suele tener una traducción ya aceptada y aunque estaba de acuerdo con nosotros, soltó un comentario haciendo referencia a unas traducciones en un idioma que no voy a mencionar en el que básicamente criticaba las decisiones que habían tomado los traductores de escribir todo en su idioma y evitar interferencias del inglés en medio de su traducción. Él decía que cualquiera que juegue a videojuegos sabe que XP es experiencia y no hay que traducir esa abreviatura a ningún otro idioma (esto es solo un ejemplo). Lo que quería decir es que en los videojuegos hay ciertas palabras que se usan en inglés o ciertas traducciones que ya están generalizadas para determinadas cosas y que, por tanto, hay que dejar de esa forma.

Yo, en mi modesta opinión, no estoy de acuerdo al 100% con este comentario. Aunque sí que hay que adaptarse al género, a la plataforma y adecuar tu lenguaje a lo que el usuario espera o quiere, creo que porque algo se lleve haciendo mucho tiempo de la misma forma, no hay razón para asumir que sea la decisión más correcta.
Un ejemplo: cuando yo llegué a mi empresa, en uno de nuestros juegos que era sobre piratas, la taberna se llamaba en español "Pub" y me decían que no lo podía cambiar porque los jugadores ya estaban acostumbrados. Al final, conseguí cambiarlo porque básicamente no estoy de acuerdo con el hecho de que si algo es incorrecto haya que dejarlo así por costumbre y eso se aplica a cualquier convención que haya en el mundo de los videojuegos o casi casi en cualquier ámbito. Claro que hay que respetar las traducciones de los primeros traductores, pero si no son correctas, considero que hay que corregirlas e igual crear una nueva convención. Asimismo creo que hay muchas cosas que se dejan en inglés porque al principio se tomó esa decisión, pero no veo el motivo por el que haya que seguir usando el inglés ahora que jugar a videojuegos es una actividad muy habitual y menos en un país como el nuestro donde tendemos a escribir casi todo en nuestro idioma por nuestra gran riqueza de vocabulario. De hecho, creo que los juegos se sentirían más nuestros si no aparecieran palabras en inglés o calcos solo por el mero hecho de que siempre ha sido así.

Y de momento, esto es todo, amigos :)




miércoles, 15 de agosto de 2012

El español globalizado

Buenas:

Tras una época de cambios y un veranito ajetreado, vuelvo a escribir y esta vez quería hacer referencia a algo que escribí en mi última entrada:

"Lugar de publicación: si pretendes que el juego se venda de la misma forma en España que en América Latina y no vais a publicar el juego traducido al español de América Latina, deberías intentar informarte de qué expresiones o palabras pueden no entenderse o tener otro significado...".

Estaba hablando de los conflictos a los que uno hace frente cuando localiza un videojuego y mencioné la necesidad de adaptación en el caso de que el juego se publique solo en español de España para toda América Latina. Pues bien, ahora me gustaría reflexionar hasta qué punto esa es una buena decisión para una empresa. 

Por supuesto, al final, desde el punto de vista de la empresa todo se reduce a una cuestión de números: ¿se consiguen más usuarios si ofrecemos una versión en español de América Latina en el continente americano? y, sobre todo, ¿se gana más dinero? 

Pues, a priori, en general, la respuesta es no, pero solo a priori, ya que, en realidad, si nos basamos en el concepto mismo de la localización, ofrecer una versión en el español de cada uno de los países de América Latina sería prácticamente obligatorio, ya que localizar como bien dice la palabra es hacer un producto local y un producto no se puede sentir ni hacer local si los usuarios del mismo lo reciben en un idioma, que aunque sea el mismo en teoría, les resulta ajeno en la práctica. Pensad por un momento lo que sentís cuando escucháis una película en español de América Latina, normalmente, se os hace pesada y os resulta poco natural, incluso la relacionáis directamente con las telenovelas. Esto es normal porque te separan miles de kilómetros de distancia de la cultura donde se ha producido o doblado esa película. Por ello, es de esperar que los usuarios de un videojuego en América Latina no esperen lo mismo del videojuego que los usuarios de España. 

Entonces, ¿por qué no sale rentable a priori? No nos engañemos, eso no se debe a la localización, si se viera desde el punto de la calidad y de ofrecer un producto completamente local entonces sí se localizaría para cada país hispanohablante en vez de usar la versión de España o usar la versión de México para toda América Latina, ya que solo así el producto estaría adaptado al usuario. El problema es que suele suponer más dinero del que aporta a la empresa, ya que además de localizar el producto al idioma correspondiente para que funcione, hay que adaptar los gráficos, adecuar los métodos de pago, establecer precios competitivos para el país correspondiente y organizar los servidores. Por ello, las empresas suelen recurrir a una única versión en español o como mucho a una en español de México y usarla para todos los países hispanohablantes. Al ser la misma versión, hay poca flexibilidad a la hora de adaptarla a un país o a otro y al final suele conllevar que los usuarios no se sienten identificados con el texto porque no aprovecha todos los recursos del idioma, ya que tiene que ser lo más neutral posible para que se pueda vender en todos los sitios y los intentos de localización en otras variantes no les salen rentables porque al no haber invertido en otros aspectos del juego que posibiliten su monetización, la localización les aporta el mismo dinero incluso menos que si no lo hubieran localizado en la variante correspondiente y ni que decir tiene que si se decide localizar en solo una variante (por ejemplo, en español de México) y venderlo en toda América Latina, tenemos el mismo conflicto que teníamos al principio cuando se vendía el español de España, ya que el texto solo se adapta a México y no a Colombia o a Venezuela o a Argentina, etc.

En definitiva, al final hay más trabajo de globalización que de localización propiamente dicha y el diccionario Panhispánico de Dudas se convierte en tu mejor amigo.



sábado, 28 de julio de 2012

El usuario: tratando de salvar distancias


En una de mis primeras entradas, ya mencioné que lo más importante en el mundo de los videojuegos es convencer al usuario. Al fin y al cabo, es el que te da de comer, pero ¿qué ocurre cuando lo que te pide el usuario es lo más fácil, pero no lo más correcto o no lo más bonito?

Los traductores solemos ser grandes puristas del idioma. Es normal, ya que trabajamos constantemente con él y tenemos que ser capaces de justificar nuestras decisiones. Por ello, cuando nos lucimos en una traducción y damos con una palabra, una expresión o una invención que nos parece brillante, nos cuesta mucho recular y corregirla si alguien la critica o te propone otra cosa, pero en esta vida, existe el término medio. En el caso de los juegos online, estos juegos son accesibles para miles de personas de cualquier rincón del planeta y, por supuesto, unas prefieren unas cosas y otras, otras. Además, en el caso del español, a menudo la versión de España se vende también en América Latina con lo que el conflicto a veces es mucho mayor. Asimismo, los juegos online suelen incluir foros donde los jugadores publican sus sugerencias y, como estos juegos se actualizan de continuo, los jugadores esperan ver algunas de sus sugerencias reflejadas en el juego. El traductor, por tanto, no es tan libre como le gustaría y no puede tomar decisiones unilaterales, por muy buenas que le parezcan.

No obstante, mi consejo es el siguiente: deja la cabezonería a un lado y sé práctico, lo que quieres es ganar usuarios, que la gente compre el juego o que juegue a él online, pero no seas tonto ni tomes por tontos a los usuarios. Es decir, no hagas que se pierda la esencia del juego, ya que el juego debe ser capaz de hacer viajar al usuario a otro mundo: al espacio, a la Edad Media, etc. Vamos que ni tanto ni tan calvo porque quieres vender, pero también gustar. Es decir, tu vocabulario, en mi opinión, debería adaptarse a tres valores y que ninguno desequilibre a los otros:
  • Al tipo de jugador o público al que se destina el juego: si el juego es para niños, aunque se desarrolle en la Edad Media, deberás usar un vocabulario sencillo que puedan entender los niños, pero que, a su vez, les haga sentir que se encuentran en medio de las justas, por ejemplo.
  • Al género y contexto del juego: si el juego se desarrolla en el espacio y es un juego de ciencia ficción, deberás adecuar tu vocabulario a este género.
  • Lugar de publicación: si pretendes que el juego se venda de la misma forma en España que en América Latina y no vais a publicar el juego traducido al español de América Latina, deberías intentar informarte de qué expresiones o palabras pueden no entenderse o tener otro significado (hablaré en otra entrada más en profundidad de este tema).
Sé que combinar estos tres valores es todo un desafío, pero es un desafío necesario, ya que, de nada sirve haber escrito un texto lleno de figuras literarias y con el vocabulario más especializado en la materia si nadie lo va a leer o si quien lo lee no lo entiende y decide dejarlo a medias. 




martes, 3 de julio de 2012

El deporte como literatura moderna

Hola a todo el que me lea:

Para empezar y para que quede claro antes de que lleguen los comentarios, esta es solo una opinión personal y no tiene nada que ver con la traducción, pero, puesto que acabamos de ganar la Eurocopa, me parecía el momento adecuado para escribir esta entrada.

Últimamente sobre todo por lo que nos toca (qué grande la selección española), he estado leyendo las noticias deportivas más que de costumbre y recuerdo que también hablamos en la universidad sobre el tema. Creo que la sección deportiva, nos guste o no, se acabará convirtiendo en la literatura moderna. De hecho, lee cualquier artículo de la sección de deportes y verás cómo es la sección donde más uso se da a las figuras literarias y es que hay artículos plagados de metáforas, metonimias e hipérboles. Parece que estuvieras delante de la mismísima Odisea o que estuvieran describiéndote una tragedia griega o si lo adaptamos a tiempos modernos, parece que te estuvieran relatando una película, a veces, incluso de amor.

Aquí tenéis un ejemplo que sale en un artículo de El País de hoy:

Los centrales del equipo rival se quedan sin referencias ante estos jugadores que hacen de la movilidad y el ingenio sus principales armas. No es fácil perseguir sombras que no se guían por los rayos del sol. Que, en cierto modo, van a su bola. Como no era fácil marcar a Jairzinho, que cosía el balón a la bota, o a Gerson, puro talento concentrado en cada posición, en cada momento del partido; o a Pelé, o a Kocsis, o a Kubala. 

Algunos dirán que es una pena que se comparen las secciones deportivas con la literatura, pero la realidad es que cada vez se lee menos, pero la gente sigue leyendo las victorias de la selección o los comentarios sobre la Champions, así que ¿por qué no matar dos pájaros de un tiro y ofrecer las noticias con los mejores recursos de nuestra lengua? ¿Acaso no enriquece leer sea lo que sea? Yo creo que las noticias deportivas se han convertido en un arte literario y estético dentro de lo que son los textos informativos, un arte que conviene aprovecharlo y explotarlo en una era donde la lectura, por desgracia, ha dejado de tener importancia o de considerarse un entretenimiento y que conste que yo prefiero un buen libro ;)


¡Viva la roja!

viernes, 22 de junio de 2012

El currículo del traductor

Tras un par de semanas de estrés laboral, vuelvo a escribir. Ya mencioné en mi entrada sobre la entrevista que un día os hablaría del currículo y ya va siendo hora.
Quería comentar un par de puntos que me parecen importantes a la hora de preparar un CV, pero todo desde el punto de vista de un traductor y desde el mío como persona que contrata a traductores. Es decir, lo que voy a nombrar son las cosas en las que yo me fijo, pero no quiere decir que todas las empresas o todas las personas encargadas de mirar los CV se fijen en las mismas cosas o den el mismo valor a los mismos aspectos.

Apariencia
Sé que en España, al menos cuando vivía yo allí, era importante que el CV ocupara una sola página. Para mí que ocupe solo una página no es vital, es más, a veces, es mejor que ocupe algo más, pero que no se omita nada importante, pero sí que considero que el CV debe ser breve e ir al grano. Si un CV es muy largo, el que lo lee acaba perdiéndose en él.

Además de ser preciso, el currículo debe ser ordenado. Es decir, que, a primera vista, el que lo lee sepa dónde encontrar los aspectos más importantes. Conviene que esté dividido en los apartados usuales para que el empleador se concentre en lo que realmente quiere saber y que estos apartados estén separados de forma visual para facilitar la lectura.

Contenido
Mi recomendación es que no falten los siguientes apartados:

- Datos personales
- Formación
- Experiencia laboral
- Idiomas
- Conocimientos informáticos

Se pueden añadir otros apartados como formación complementaria, conocimientos adicionales, becas, aficiones, pero creo que los apartados que he mencionado no pueden faltar.

En los datos personales, incluye tu nombre y apellidos, fecha de nacimiento, tu lugar de procedencia (en el caso de los traductores, este dato es muy importante para que el empleador sepa si eres nativo o no de la lengua a la que traduces. De hecho, en algunos países, el empleador no puede preguntártelo directamente, así que conviene que tú mismo te adelantes y des el dato para evitar procedimientos y pasos innecesarios), tu dirección, tu email y tu teléfono. En algunos países, se incluye la religión y la raza. Desde mi punto de vista, estos dos factores no deberían ser necesarios ni relevantes a la hora de seleccionar al candidato al puesto, pero en algunos países son obligatorios (busca en Internet si lo es para el país donde solicitas el puesto).

En formación, escribe tus estudios en orden cronológico desde lo más actual a lo más antiguo. Desde mi punto de vista, en este apartado solo debes incluir tus estudios universitarios o de formación profesional, los postgrados, másteres o doctorados. El Bachiller o la Primaria no hacen falta (salvo que el país a donde se dirija tu CV te exija esa información).

En experiencia laboral, yo recomendaría incluir solo lo que es relevante para el trabajo que solicitas, pero sin dejar huecos, ya que la empresa suele preferir que el candidato haya hecho algo de forma continua y si hay un hueco de, por ejemplo, un par de años, se preguntarán el motivo por el que no has trabajado. Si estuviste ese tiempo en el paro, por ejemplo, puedes incluirlo en el CV también. Con relevante para el trabajo que solicitas me refiero a que si por ejemplo cuando tenías 16 años fuiste camarero en un bar durante el verano, no es necesario que lo incluyas, salvo que sea tu única experiencia laboral, en cuyo caso, deberías quedar constancia. Ordena tu experiencia laboral de forma cronológica desde la más actual a la más antigua.

En idiomas, escribe los niveles del marco común europeo de referencia, ya que son estándares dentro de Europa y el empleador sabrá exactamente lo que quiere decir tu nivel. (http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco/cvc_mer.pdf)

En conocimientos informáticos, en mi opinión, lo que quiere saber el empleador es si manejas distintos sistemas operativos, si conoces bien el paquete de Office y lo más importante que te diferenciará de otros traductores: con qué herramientas de traducción asistida has trabajado o si tienes alguna experiencia con ellas.

Para un traductor, también son importantes otros datos, como becas en el extranjero, tiempo que has pasado en otro país, combinaciones de idiomas, si eres traductor jurado o no, si te has especializado en algún tipo concreto de traducción, si tienes conocimientos artísticos, etc.

De cualquier forma, el contenido del CV depende mucho del país al que te dirijas. Cada uno tiene sus propias normas. Por ejemplo, en Inglaterra suelen analizar mucho la parte de intereses o psicológica del candidato; en España, se centran más en los conocimientos y experiencia y en Alemania, te piden toda tu formación desde que eras un renacuajo ;) y que adjuntes todos los títulos y cartas de recomendación posibles desde el principio.

Para acabar, solo una cosita más: la foto. No es obligatoria en todos los sitios y en teoría no te pueden descartar por la foto y supongo o quiero creer que casi nadie lo hace, pero si incluyes una foto, incluye una foto profesional o una de carnet, no uses una en la que te estés tomando unas copas con tus amigos o estés sentado en la arena de la playa. La foto, quieras o no, causa una impresión en el empleador/entrevistador.

Foto no recomendada para el CV:


De momento, esto es todo, amigos ;)





jueves, 7 de junio de 2012

Las etiquetas de HTML

Cuando localizas páginas web o videojuegos, a menudo te topas con las famosas etiquetas del lenguaje HTML y como traductor debes saberlas identificar y entender, ya que estas etiquetas son órdenes para la visualización del texto. Es decir, estas etiquetas harán que una parte del texto salga en negrita, que las frases pasen a formar parte de una lista o que dejes un espacio entre líneas. El traductor debe aprender a jugar con ellas, ya que, a veces, el formato del texto no puede ser el mismo en todos los idiomas. Por ejemplo, puede que en un texto alemán se resalte una sola palabra en negrita porque es la que tiene que llamar la atención sobre el lector, pero que, en castellano, necesites resaltar tres palabras, ya que se trataba de una palabra compuesta que en castellano exige el uso de una preposición.


Por ello, he decidido publicar un pequeño resumen que espero que sirva de ayuda para los que empezáis en el mundo de la Localización. 




Etiquetas


Generales:


<html> </html>: indica el principio y el fin del código de HTML.
• <head> </head>: delimita la parte de la cabecera del documento. La cabecera contiene información sobre el propio documento HTML, como por ejemplo su título y el idioma de la página, pero no es visible en la web.
• <title> </title>: delimita el título de la ventana. Su contenido es invisible en el cuerpo de la web (solo aparece en la parte superior de la ventana), pero es muy importante para los motores de búsqueda.
• <body>: a partir de aquí, se muestra el contenido real de la página web, es decir: el texto.
• <a> </a>: marca las anclas utilizadas para establecer un enlace con texto o gráficos.  La orden del ancla debe incluir el parámetro href="URL" si hace referencia a una URL. Es decir, si quieres introducir un link en la página. En cuanto a los gráficos, se pueden insertar mediante la orden IMG con el parámetro src="URL". A veces los gráficos incluyen texto alternativo [alt=]. Este texto alternativo se muestra en la web si el gráfico no se ha podido visualizar (porque no tienes las actualizaciones instaladas, por ejemplo).
• <script>: se usa para introducir un script en la web. (Por si no sabéis lo que es un script: http://es.wikipedia.org/wiki/Script).

Formato de fuente:

<b> </b>: negrita
<i> </i>: cursiva
<u> </u>:  texto subrayado
<sup> </sup>: superíndice
<sub> </sub>: subíndice 

Tamaño de fuente:

<h1> </h1> / <h6> </h6>: tamaño del título, 1 es la más grande, 6, la más pequeña.
<small> </small>: hace la letra más pequeña.
<big> </big>: hace la letra más grande.
<font size=…> </font>: tamaño de la letra, 1 es la más pequeña, 7, la más grande y 3, normal.

 Estructura de los párrafos:

<p> </p>: comienza el párrafo (se deja un espacio automáticamente antes y después del párrafo).
<center> </center>:  centrar.
<br> </br>: salto de línea
<nobr> </nobr>: elimina los saltos de línea.
<blockquote> </blockquote>: citas 

Listas:

• <li> </li> oder <ul> </ul>: lista
• <ol>   start="1" type="1"> </ol>: lista numerada
  start="1" type="I">
  start="1" type="i">
  start="1" type="A">
  start="1" type="a">

Colores:

<body bgcolor="...">: color de fondo de toda la página.
<font color="..."> </font>: color de la letra.
<table bgcolor="..."></table>: color de fondo de las tablas.
<td bgcolor="..."> </td>: color de fondo de las celdas de las tablas.

http://usuarios.sion.com/pauluk/coloreshtml.htm (Aquí podéis ver los códigos de cada color).

En muchos programas de traducción asistida, el traductor no tiene la posibilidad de jugar con las etiquetas o al menos a veces se bloquean para que el traductor no las elimine. Esto es un error, ya que como ya hemos mencionado, a menudo el formato no es el mismo para un idioma que para otro. Por ejemplo: <br>, a veces  el salto de línea debe aparecer detrás de otra palabra, ya que la extensión de la frase no es la misma en los distintos idiomas. 

Hay programas que te permiten ver el código fuente y el etiquetado de la web. Se trata de programas muy rudimentarios, editores de texto, pero una vez que has terminado la traducción en una herramienta de traducción asistida pueden servir de gran ayuda para cambiar ciertos detalles del formato.

Un ejemplo de programa es editplus: http://www.editplus.com/, por si queréis echarlo un vistazo y jugar con algún código fuente.

:)

martes, 29 de mayo de 2012

Cada idioma es un mundo

Ya he vuelto de mis vacaciones y ahora estoy con la depresión postvacacional. He de deciros que Creta es una maravilla: playas con aguas cristalinas, frondosa vegetación, montañas que recorren todo el centro de la isla, buena comida y gente simpática: si no sabéis dónde ir este año de vacaciones, os lo recomiendo sin duda.


Y ahora de vuelta al trabajo. Mientras estaba en Creta, siempre intentaba leer los carteles (típico de los traductores, creo yo) y hay algo que me llamaba la atención (por supuesto, para los que sabéis griego, esto no supone ninguna novedad): muchas letras cambian cuando se escriben en mayúscula y la acentuación también es distinta. Esto es algo que yo ya sabía porque estudié griego antiguo y porque mi compañero de trabajo es griego, pero es algo muy importante a la hora de desarrollar un videojuego localizable. Varias veces en mi trabajo me he topado con palabras que traducía en minúscula, pero los desarrolladores convertían en mayúscula automáticamente. Por supuesto, esta automatización supone un error para los idiomas que no escriben las palabras igual en mayúscula o en minúscula. Por ejemplo, hace años, en español también se podían omitir las tildes si escribías en mayúscula y era algo habitual (ahora no se debe hacer). 


Es decir, los desarrolladores de los videojuegos deben tener en cuenta que cada idioma es diferente y tiene sus propias reglas y, por tanto, deben evitar los automatismos en los juegos.


A continuación, quiero enumerar una serie de cuestiones en las que cada lengua o idioma tiene sus propias reglas (por supuesto, hay más, pero estas pueden servir de referencia a los desarrolladores a la hora de crear un juego que se pretenda localizar en distintos idiomas).


- Los caracteres especiales
Por ejemplo, nuestra ñ o la ß del alemán. 
Conviene que los desarrolladores tengan una lista de los distintos alfabetos y caracteres especiales que existen en los idiomas que necesitan y que elijan una fuente de texto que permita ver todos estos caracteres y los símbolos de puntuación correspondientes. Por ejemplo: Bookmann Old Style, Calibri, Consolas...


- Los números
Cada idioma tiene sus propias reglas a la hora de escribir los números cardinales y ordinales. 
Por ejemplo, en italiano se usa un punto para escribir cifras de más de cuatro dígitos y en inglés se escribe una coma. 
Los decimales en inglés se separan con un punto y en español, por ejemplo, con una coma. 
En alemán, los ordinales se escriben con un punto detras: 3.
En ruso, se usa lo siguiente dependiendo del género y el caso: 1-ый / 2-ой / 3-ий

- El plural
Cada idioma construye el plural conforme a sus propias reglas y hay idiomas que tienen varias formas de plural dependiendo del número que aparezca escrito delante del sustantivo, del caso o del género. Por tanto, si por ejemplo, se traduce desde el alemán, el desarrollador debería indicar si una palabra es plural o singular (Spieler, por ejemplo, en alemán se escribe igual en plural y en singular) y si es plural, qué número va a aparecer delante para que el traductor escriba la terminación de plural correcta o busque una solución adecuada.

- El género
Lo mismo que con el plural, cada idioma tiene sus propias normas para escribir el género de las palabras. Por tanto, en el caso de que una palabra pueda ser tanto femenina como masculina, conviene indicar el género de la misma para que el traductor sepa cómo traducirla adecuadamente.

- Signos de exclamación e interrogación
En español, siempre usamos un símbolo de apertura y uno de cierre, a diferencia de otros idiomas. 

- Monedas
En algunos idiomas, el símbolo de la moneda se coloca delante del número y en otros detrás.

- Mayúsculas
Como ya he mencionado en el primer ejemplo, hay que evitar convertir las palabras escritas en minúscula en  palabras escritas en mayúscula, ya que hay idiomas, como el griego, que tienen distintas normas a la hora de escribir en mayúscula.

Estos son solo algunos ejemplos de las cosas que hay que tener siempre en cuenta y de por qué hay que evitar la automatización y la falta de contexto en los videojuegos si se pretenden internacionalizar, ya que, en definitiva, cada idioma es un mundo.








miércoles, 16 de mayo de 2012

Cerrado por vacaciones

¡Me voy a Creta! Así que estaré unos días sin escribir. Espero que paséis una fantástica semana también vosotros :).


lunes, 14 de mayo de 2012

El traductor que no duerme

Me ha venido a la cabeza una situación que viví en la universidad. Estaba yo más o menos en segundo de carrera cuando un compañero, que ya se dedicaba a traducir como autónomo, me pidió ayuda con una traducción porque no llegaba al deadline. Así que cogí mi portátil y me fui a su casa con otros dos amigos con la intención de ayudarle durante todo el día. ¿Cuál era el problema? ¿Por qué no llegaba al deadline? No era porque hubiera dejado el trabajo para el último momento, sino porque no había sido capaz de decir que no a un encargo de traducción y había aceptado una burrada en un plazo irrisorio. No recuerdo cuántas palabras, ni recuerdo cuánto tiempo tenía, pero incluso con la ayuda de otras tres personas durante todo un fin de semana, tuvo que quedarse toda la noche sin dormir. Consecuencia: si no duermes, tampoco rindes y, al final, vas más lento de lo que irías si hubieses sabido decir que no o si hubieras negociado los plazos. Además, cuando lo entregas, estás destrozado y necesitas un día para recuperarte, lo que supone un día de trabajo perdido.



Me imagino que mi colega aprendió la lección, pero por si alguno os veis en alguna situación como esta, os quiero dar un par de consejos:

A menudo, nos da miedo decir que no por si acaso no nos dan otro trabajo, pero decir que no si algo no es factible no tiene nada de malo. Es mejor decir que no a tiempo que entregar tarde o que la calidad se vea perjudicada por las prisas, ya que si la calidad es mala, no te volverán a llamar.

Ve poco a poco. Al principio, cuando empieces a traducir profesionalmente, irás más lento. Como ya he mencionado en otra entrada, la práctica hace al maestro, así que cuando aún seas un novato, no te precipites y acepta solo encargos factibles. Se suele decir que un traductor traduce unas 2000 palabras al día, normalmente más con el tiempo, pero 2000 es un buen número para empezar.

No te pegues palizas, organízate, ponte metas cada día, pero duerme. Uno de los pecados del traductor autónomo es no saber desconectar. Proponte una determinada hora para dejar de trabajar y darte un paseo y disfrutar de tu vida privada. Cuando se es autónomo, se tiene miedo de no llegar a final de mes, después cuando se sabe que se llega a fin de mes, como es lógico, se intenta poder ahorrar y a veces, nos pueden los ceros de la cuenta corriente y queremos ganar todo lo posible aunque eso suponga no cuidar nuestra salud y ¿de qué te sirve ganar mucho dinero, si no tienes tiempo para disfrutarlo? Y cuando hablo de desconectar, hablo de desconectar en todos los sentidos, no solo dejar de traducir a determinada hora, sino además dejar de pensar en la palabra esa que no te salía o en la expresión aquella que te parece más acertada que la que has escrito. Sé que es complicado, ya que cuando traduces, siempre tienes la sensación de que cuantas más veces leas un texto, más opciones se te ocurrirán, pero en algún momento hay que conformarse y decir: ya he acabado por hoy.

En definitiva, aprende que aunque ser traductor te encante, sigue siendo solo tu profesión y que aunque debas dar lo mejor de ti siempre que lo hagas, también debes disfrutar de tus horas de sueño, de tu pareja, de tus hobbies y de tu vida en todos los sentidos y si lo haces, probablemente rindas más también en tus horas de trabajo.



miércoles, 9 de mayo de 2012

La entrevista

Ya mencioné en otra entrada que hablaría más adelante de las entrevistas y creo que va siendo hora de escribir sobre el tema. De hecho, últimamente he hecho varias entrevistas y uno siempre aprende mucho cuando, en vez de ser el entrevistado, es el entrevistador.

Aquí van algunos consejos en el caso de una empresa de videojuegos como la mía (si tenéis más, ponedlos en los comentarios :)).

Preentrevista


Normalmente, antes de entrevistar a un traductor, ha hecho una prueba de traducción y la empresa ya sabe de qué pie cojea. Si pasaste la prueba de traducción y te invitan a la entrevista, ya tienes medio trabajo hecho, ya que la empresa ya sabe cómo traduces y si te han invitado es porque te adaptas a lo que ellos esperan de un traductor, así que en la entrevista, tendrás que impresionarlos con tu personalidad y no tanto por tus conocimientos (si te enviaron la prueba, es porque les gustaba tu CV).

Apariencia y primera impresión


Da igual el tipo de empresa que sea, a una entrevista hay que ir arreglado. En mi empresa no hay ninguna norma de vestimenta y cada uno viste a su manera, pero el día que te entrevistan, no puedes ir pensando que como es una empresa de videojuegos, la gente irá en chándal o en pantalones cortos (es así), pero en la entrevista, la primera impresión hace mucho. No hace falta que te pongas un traje, pero unos vaqueros arreglados y una camisa no hacen mal a nadie.


Como ya he mencionado, normalmente si te entrevistan es porque les ha gustado tu prueba y tu CV, así que ya parten de la idea de que tus conocimientos son los que ellos requieren para el puesto, así que probablemente te sometan a preguntas más psicológicas o más corporativas del tipo: ¿Dónde te ves dentro de cinco años? ¿Por qué elegiste la Traducción como tu profesión? ¿Juegas a videojuegos? ¿Te gustan nuestros juegos? ¿Has trabajado en equipo alguna vez?

Para empezar, ve seguro de ti mismo, es decir, contesta con firmeza y derrocha simpatía, muéstrate abierto y trata de ocultar los nervios. Estas preguntas sirven para entender tu forma de pensar y hasta qué punto estás interesado por la empresa. Debes mostrarles que es ahí donde quieres trabajar, donde te ves en cinco años y que son sus juegos a los que juegas (juega a sus juegos antes de ir a la entrevista, lee los foros, crea tu propia opinión de quiénes son y cómo trabajan). Sé agradable, no dudes en hacerles preguntas e incluso aventúrate a contar alguna anécdota o a tener la iniciativa de contarles el por qué quieres trabajar para ellos, aunque no te lo hayan preguntado. Como he dicho, la primera impresión es muy importante y si les caes simpático, es probable que te presten más atención.



Las preguntas


Primero, lo más probable es que repasen tu CV contigo y te hagan preguntas sobre tus anteriores trabajos. Trata de contarles lo que puede suponer de interés para la empresa. Si quieres trabajar como traductor de videojuegos y tu experiencia laboral no tiene nada que ver con ello, trata de establecer una relación entre tus trabajos anteriores y lo que buscas ahora. Si fuiste camarero durante dos veranos, diles que te sirvió para tener paciencia, abrirte a la gente y aprender idiomas, por ejemplo. (En otra entrada, hablaré del CV).

Como te estás presentando a un puesto de traductor, te preguntarán lo típico:

- ¿Has trabajado con herramientas de traducción asistida?
- ¿Cuántas palabras eres capaz de traducir al día?
- ¿Has corregido textos alguna vez?
- ¿Qué tipo de textos has traducido?



Si nunca has trabajado con una herramienta de traducción asistida, sería conveniente que antes de una entrevista, te documentaras y buscaras información sobre cómo funcionan. Di la verdad que nunca las has usado, pero que al menos sabes lo que son.

Aunque resulte sorprendente, mucha gente que se presenta a una entrevista de traducción desconoce el número de palabras que es capaz de traducir a diario. Por supuesto que el número varía dependiendo del tipo de traducción, pero más o menos deberías saber un número orientativo. En la universidad nos decían unas 2000 palabras al día. Yo diría que ese número es lo que puede hacer un traductor junior, alguien con más experiencia, normalmente es capaz de hacer unas 3000.

Si no has corregido nunca ningún texto, di la verdad, aunque recuerda que probablemente lo hiciste en la universidad. A veces no es necesario haberlo hecho en tu vida profesional, sino que puedes destacar las veces que te tocaba corregir textos en la universidad y hablar de esa experiencia.

Respecto a los tipos de texto, si es la primera vez que vas a trabajar como traductor, puedes hablarles de los textos que traducías en la universidad. Si ya tienes experiencia, menciona todos los tipos de textos aunque creas que no tienen nada que ver con los videojuegos. Los videojuegos comprenden muchos géneros (literario, audiovisual, económico, jurídico). Cuando trabajas como traductor dentro de una empresa, probablemente no te dediques solo a traducir, así que que tengas otros conocimientos sobre otros géneros o áreas puede ser un incentivo.

A continuación, se centrarán en preguntas sobre tus conocimientos sobre la empresa y tu experiencia con los videojuegos. Si quieres traducir videojuegos, conviene que hayas jugado alguna vez a algún videojuego y, por supuesto, si has jugado a alguno de los que desarrolla la empresa, mejor que mejor.

Normalmente, finalizarán la sesión de preguntas, con preguntas más psicológicas, como las que ya he mencionado: ¿Dónde te ves en cinco años? ¿Eres capaz de formular y recibir críticas constructivas? ¿Por qué quieres ser traductor? ¿Por qué esta empresa y no otra? Estas preguntas son muy importantes, ya que ayudan a la empresa a entender cómo vas a reaccionar a los distintos desafíos. Trata de ser sincero, pero piensa en que tu objetivo es que te contraten, así que responde siempre pensando en lo que quieres en ese momento. En cinco años, te ves como traductor de videojuegos o qué sé yo, como gestor de proyectos, pero, por supuesto, para ellos. Quieres ser traductor porque te apasionan los idiomas y porque crees que los juegos de la empresa deberían poderse jugar también en tu país. Esta empresa te gusta porque te gustan sus juegos, porque has seguido su desarrollo y crees que tu perfil se adapta a su trabajo. (Por supuesto, esto son solo ideas, échale imaginación).

Cuando acabe la sesión de preguntas, te tocará a ti intervenir y aquí mi único consejo es: pregunta todo lo que quieras saber, no te vayas de la entrevista con dudas. Ten en cuenta que no solo es la empresa la que te elige a ti, también debes ser tú el que elijas a la empresa. No tengas miedo a tocar temas de sueldo, de horas, de vacaciones: ¡para eso es la entrevista! Además, si la empresa está interesada en ti, no tendrá ningún problema en responder a todo lo que les preguntes y si lo tienen, es una mala señal.

Y de momento, creo que esto es todo. Os deseo buena suerte.




sábado, 5 de mayo de 2012

Una lengua: una realidad

Llevo unos meses estudiando holandés y la verdad es que me parece un idioma muy curioso, sobre todo cuando visito Holanda y escucho hablar a la gente. En algunos casos, su pronunciación se semeja mucho a la nuestra (el sonido g), pero, por otro, sus conjugaciones se basan. en cierto modo, en el sonido de las vocales, algo que para un hablante de español puede resultar un mundo, ya que nuestros sonidos son muy, pero que muy limitados. El caso es que mi profesor de holandés es terriblemente malo o, al menos, es lo que me parece a mí. También hay que tener en cuenta que estoy estudiando holandés en Alemania y que los alemanes consideran el holandés como un alemán a la inglesa. Y precisamente a esto es a lo que voy. Mi profesor se pasa el día haciendo afirmaciones como: esto es igual que en alemán, el holandés es una mezcla de alemán y de inglés y compara cada punto gramatical con la gramática alemana. Supongo que eso me choca al no ser nativa alemana, pero si me paro a pensar cuando estudiaba inglés en España, pasaba algo similar y yo creo que ese es el mayor obstáculo a la hora de aprender un idioma: la comparación.

Por un lado, es natural que comparemos nuestra lengua y cultura con otras. De hecho, en mi vida diaria, me veo comparando cada cosa que como en Alemania, cada relación que tengo, cada cerveza que me bebo con lo que haría en España, así que cabe esperar que haga lo mismo con la lengua. Cuando empiezas a aprender un idioma, traduces todo mentalmente y no es sino a la larga cuando comienzas a pensar en el idioma, pero la comparación nos hace limitarnos, ya que debemos comprender que en distintas culturas, la realidad se percibe de otra manera y, como es natural, si la percepción es distinta, también lo es la forma de expresarla. Por ello, no podemos pensar en una estructura y tratar de entender la lógica que tiene esa estructura enfocándola conforme a nuestra gramática o nuestra forma de entender las cosas, sino que debemos tratar de entenderla dentro de su propia realidad y de la forma de pensar que tienen los hablantes de ese idioma. Un ejemplo es la doble negación del castellano o nuestros verbos ser y estar. En el caso de ser y estar para nosotros es muy lógico tener dos verbos, ya que se usan para cosas distintas, pero para un extranjero, las diferencias son muy difusas e incluso si tú mismo te paras a pensar cómo explicárselo a un extranjero, verás las mil excepciones que tenemos respecto a sus usos. Otro ejemplo que hay en alemán es una de mis palabras favoritas: Feierabend, que se dice cuando uno acaba de trabajar y ya tiene la tarde libre o Mahlzeit, que literalmente es la hora de la comida, pero que se dice tanto para desear que aproveche a alguien como para decirle que hola a la hora de la pausa y se responde del mismo modo. Es decir, para entender un idioma y estudiarlo, no hay que intentarlo comparar con el nuestro porque en la mayoría de los casos nos llevará a un callejón sin salida y nos sentiremos frustrados, sino que hay que intentar enfocarlo como lo que es: una realidad completamente independiente de la nuestra y buscar la lógica dentro de esa realidad.


No significa que los conceptos o términos que no existen tal cual en nuestro idioma o que no percibimos de la misma manera no se puedan traducir, sino que cuando traduces, lo haces para tu cultura y tienes que hacerlo dependiendo de la forma que tu cultura perciba la realidad, es decir, la traducción literal evidentemente carece de sentido y lo que traducimos es la idea, pero solo solo de la forma en la que esa idea tenga sentido en nuestra realidad.