jueves, 14 de mayo de 2015

El nativo para todo

La semana pasada, por segundo año consecutivo, impartí el tema de localización de videojuegos en línea en el Máster de Traducción Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Aunque aún me quedan unos cuantos ejercicios de corregir, ha sido una gran experiencia y espero que también lo haya sido para mis alumnos.

La localización de videojuegos es un tema cada vez más recurrente en las aulas. Sin embargo, los videojuegos en línea siguen siendo bastante desconocidos, a pesar de que hay mucho trabajo en esta área.

Uno de los puntos que mencioné en la unidad y que les llamó la atención a mis alumnos es el hecho de que haya muchas empresas de videojuegos en línea que usen a sus “Community manager o soporte del juego” como traductores.



Puede que resulte sorprendente, pero muchas empresas pequeñas de videojuegos en línea siguen contratando a un “nativo para todo”, al que primero le ponen como apoyo para su comunidad de jugadores y, después, le piden que traduzca anuncios para el foro e incluso videojuegos enteros. Por supuesto, esto ocurre principalmente en empresas muy pequeñas y, a medida que crecen, van cambiando el modelo. En mi opinión, esto es un error grave por varios motivos:

El primero es que no estás contratando un profesional y, por tanto, no puedes esperar que la calidad de las traducciones sea la esperada.

En segundo lugar, la comunidad de jugadores se acostumbra a esas traducciones no realizadas por alguien profesional y cuando pretendes traducir el juego por un traductor, este se encuentra con muchos obstáculos por el camino. En los videojuegos en línea, la comunidad de jugadores es muy importante y puesto que los juegos se nutren de mantener contenta a esta comunidad, resulta esencial que las traducciones sean aceptadas por los miembros de esta. Os pongo un ejemplo: cuando yo llegué a Bigpoint, en el juego Seafight la taberna de los piratas se llamaba “pub” porque así lo había traducido el soporte del juego que era quien traducía los juegos al principio. Yo quise cambiar el nombre por “Taberna” y me topé con un no por parte de la comunidad porque ya estaban acostumbrados a que los piratas visitaran el “Pub”.

En tercer lugar, una persona no puede hacerlo todo y al final se tiene que sacrificar un trabajo por el otro: o ayudas a los jugadores o te esmeras en la traducción.

A menudo, estas personas no están formadas en Traducción así que traducen a otro ritmo y basan sus decisiones en su experiencia (ojo, no digo que esto sea malo), pero puede que no dominen aspectos gramaticales, técnicos o estilísticos que un traductor profesional sí dominaría.


El problema está en que la empresa parte de la base de que todo aquel que es nativo en un idioma tiene la capacidad de traducir y, al no tomarse en serio el tema de la traducción, al final su producto no recibe la aceptación que merece entre el público destinatario. Al final, el tratar de ahorrarse un puesto de trabajo termina saliéndoles más caro. Por suerte, poco a poco, veo que las agencias reciben cada vez más encargos de empresas de videojuegos en línea, es decir, este producto se traduce cada vez más y, además, de manos de profesionales.