viernes, 29 de enero de 2016

Respeto por las profesiones

Sé que no es la primera vez que hablo de esto, pero es que ayer el artículo de VICE sobre la traductora de una seriede novelitas de STAR WARS fue la gota que colmó el vaso.

Personas del mundo: tenéis que tener mucho cuidado con lo que decís tanto en las redes sociales como en los otros medios de comunicación e incluso cara a cara a vuestros amigos y colegas, ya que a menudo hablamos muy a la ligera de las profesiones de los demás sin darnos cuenta de que la gente vive y da de comer a sus hijos mediante esos trabajos que criticamos, que para algunos son una mera afición o de los que carecemos de conocimiento, pero, sin embargo, nos atrevemos a opinar o incluso a participar en ellos.

En el caso de la traducción, me imagino que muchos habréis oído este tipo de comentarios:

  1. «Como sé inglés, en mi trabajo me han puesto a traducir cosas. Igual debería echar mi currículo en una empresa de traducción, ya que me paso el día haciendo esto en vez de mis tareas habituales».
  2. «Como he vivido un tiempo en Alemania, he pensado en traducir en mis ratos libres para ganarme unas pelas extra».
  3. «¿Me puedes hacer esta traducción? Realmente, podría hacerla yo mismo pero he pensado que igual queda mejor si la haces tú. Por eso de que te dedicas a ello, más que nada».
  4. «Ah, ¿qué traduces en tu lengua materna? Entonces eso es muy fácil, yo pensaba que lo hacías al inglés o al alemán».
  5. Te paso este texto que he traducido yo con la ayuda de Google y ya de ahí haces una revisión, así no tengo que pagarte tanto. Está fenomenal, palabra de honor.
  6. «No me gusta, no tengo ni idea del tema ni pienso documentarme sobre él, pero se me dan bien los idiomas y tenía un amigo que trabajaba en esa empresa, así que me han dado a mí la traducción. Por cierto, soy periodista y prefiero trabajar para Gran Hermano que dedicarme a traducir libros de Star Wars».


Estas serían mis respuestas (y, en algunos casos, lo han sido) para estos comentarios:

  1. En vez de echar tu currículo a una empresa de traducción por el mero hecho de que tu empresa te haya puesto a traducir unos documentos, ¿no deberías proponer a tu empresa que contraten los servicios de un traductor profesional? ¿No sería más lucrativo para tu empresa que tú te dedicaras a tu tarea y los profesionales de la traducción a la suya?
  2. Amiga o amigo, la traducción no es un trabajo para ganarse unas pelas extras porque sepas un idioma y decidas sacarle provecho. La traducción es una profesión que la ejercen profesionales que se han licenciado en Traducción e Interpretación o que se han especializado mediante un Máster en algún tipo de traducción y que están hartos de que «aficionados» decidan tirar por la borda los esfuerzos que ellos han hecho durante años para ganarse un dinerillo extra. Nosotros no ganamos dinerillo, sino: sueldos.
  3. Le estás diciendo un profesional que su trabajo lo puedes hacer tú. ¿No puedes ahorrarte ese comentario tan desafortunado? ¿No te das cuenta de que le estás diciendo a esa persona que sabes tanto como ella sin tener ni idea de los principios de su trabajo?
  4.  Persona que se cree bilingüe y que debe tener una fluidez alucinante en el otro idioma: ¿no te das cuenta de que cuando lees un texto no quieres que el texto tenga errores gramaticales, ortográficos o sintácticos y que esperas que las construcciones sean fluidas, se usen expresiones idiomáticas y recursos literarios que capten tu atención? ¿Realmente crees que todo el mundo sabe hacer eso en su idioma materno? Imagínate ahora en un idioma que no es el tuyo.
  5. Sin comentarios: cuando nos dicen a nosotras algo así, a veces ni contestamos. Si a un traductor automático no lo entrenas bien (y se necesita mucho esfuerzo y tiempo para entrenarlo y que dé resultados positivos), la traducción que produce tiene una calidad tan ínfima que el traductor tarda más tiempo en descifrar lo que pone que en traducir el texto desde cero.
  6. Ese comentario es un resumen de lo que dijo la traductora de los libros de Star Wars en la entrevista. Con esos comentarios, dijo al mundo que había traducido una serie de libros sin documentarse previamente y lo dijo como si eso fuera algo normal y habitual. La documentación es esencial en nuestro trabajo. No creo que los aficionados de Star Wars o los expertos de cualquier área se queden contentos con un texto en el que no se hayan respetado la terminología ni el estilo. Con esos comentarios parece que cualquiera puede traducir cualquier cosa y nada más lejos de la realidad.


Se acabó mi indignación por hoy, espero que esta publicación nos sirva para reflexionar en la necesidad de mostrar un respeto hacia las profesiones de los demás.



lunes, 4 de enero de 2016

PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO DE UNA TRADUCTORA ILUSIONADA

Año nuevo, vida nueva… o eso dicen.

Es muy típico, y que tire la primera piedra el que no lo haga, plantearse nuevos propósitos (que cumpliremos o no) para el nuevo año. Todos empezamos con ilusiones, ideas y determinaciones para enfrentarnos al año recién estrenado, aunque muchas de estas ilusiones, ideas y determinaciones se pierden por el camino. No obstante, las ilusiones nos hacen humanos y nos permiten enfrentarnos a los problemas con energía y esperanza.

Mi pregunta es: ¿y nosotros los traductores qué le pedimos al nuevo año? ¿Qué prometemos y nos proponemos?

Yo, como traductora, más o menos cada año pido las mismas cosas y estos son mis propósitos para el 2016:

  1. Traducir, traducir y seguir traduciendo: que no me falte trabajo.
  2. Traducir, traducir y traducir bien: que no baje mi calidad, que me siga preocupando e interesando lo que hago para ser capaz de proporcionar el mejor producto.
  3. Traducir, traducir y traducir lo que me gusta: saber discernir, saber decir que no, saber ver mis puntos positivos y mis puntos negativos, y poder elegir mi trabajo. No tener miedo a que si digo que no, no me vayan a volver a llamar. Saber decir que sí a los proyectos que sé que voy a clavar y no a aquellos que no me hagan disfrutar de mi trabajo y me hagan sentirme insegura.
  4. Traducir, traducir y traducir con justicia hacia lo que hago: no aceptar cualquier cosa, luchar por los derechos de mi profesión y no dejar que me engañen o me prostituyan.
  5. Traducir, traducir y traducir acompañada: colaborar con compañeros de profesión, ofrecer a mis clientes más posibilidades en cooperación con otros traductores, saber pedir ayuda, consultar mis dudas con otros profesionales y participar en actividades en las que conozca a otros en mi misma situación.
  6. Traducir, traducir y crecer como traductora: aprender más neerlandés, dominar más herramientas, no asustarme ante nuevos retos, especializarme más aún y no quedarme en mi espacio de comodidad con los brazos cruzados esperando a que el trabajo caiga del cielo.
  7. Traducir, traducir y traducir con modestia: las normas cambian y yo no lo sé todo, los clientes piden cosas y yo tengo que bajarme a veces del burro, la traducción está al servicio de los demás y a veces hay que tragarse el orgullo.
  8. Traducir, traducir y ser feliz: disfrutar de lo que hago y que la traducción sea mi adorada profesión, pero no toda mi vida.


¿No está mal para empezar, no?