jueves, 12 de abril de 2012

Teoría y práctica: la práctica hace al maestro

Esta semana estoy haciendo entrevistas a candidatos para un puesto interno de mi empresa y me he dado cuenta de que en muchas facultades de Traducción se enseña demasiada teoría y muy poca práctica. Debo decir que yo salí muy contenta de la Autónoma de Madrid y de la Autónoma de Barcelona, en ambas, aunque por supuesto aprendes teoría de la traducción, sobre todo practicas y practicas. Desde mi punto de vista, la teoría tan solo es una forma de entender la práctica. Es bueno saber qué en determinados momentos consideraban que había que ser fiel el autor aunque el texto sonara extranjero y en otros el usuario se convertía en la referencia más importante y el traductor debía ser invisible y demás. Son teorías que nos ayudan a ver lo que la traducción ha representado y representa a lo largo de la historia, pero no hay teoría que se sostenga si no hay una práctica que la ejemplifique.


De hecho, en la reunión de alumnos del Máster de Traducción Audiovisual, hablamos del tema: hay universidades llenas de académicos que su único contacto con la Traducción es teórico y pretenden enseñarnos a traducir en la práctica cuando lo que necesitamos son académicos, pero que también sean profesionales y nos enseñen de verdad como es el mundo de la Traducción. A mí no me vale con que me digan en teoría lo que debo cobrar, sino que me enseñen lo que se cobra o que me instruyan sobre cómo enfrentarme a un encargo real de traducción, sino que me hagan enfrentarme a él directamente.

Me está sorprendiendo la cantidad de gente que viene de universidades europeas donde han estudiado Traducción, pero en la vida han usado una herramienta de traducción asistida. Me pregunto cómo se puede teorizar sobre lo que es Trados sin haber abierto la herramienta nunca o como la gente sigue traduciendo en las clases en papel sin ayuda de un ordenador con conexión a Internet o de cómo se hacen exámenes en los que no te permiten llevar diccionarios ni conectarte a la red en busca de información e incluso de las pocas prácticas que se realizan en equipo.

Estoy de acuerdo con aprender la teoría, ya que la teoría te hace tener unos conocimientos amplios que te permiten enfrentarte a cualquier problema aunque nunca antes te hayas topado con él, no estoy de acuerdo con una universidad que no te dé estos conocimientos, pero creo que la universidad está para enseñarnos cómo enfrentarnos a la vida profesional y para enseñarnos a pensar y madurar y, para ello, la práctica hace al maestro.


7 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, sobre todo en lo que se refiere a los exámenes. Todos mis exámenes durante mis cuatro años de carrera (repito: TODOS), los he hecho con papel y boli. Algunos con diccionario, pero muy pocas veces. Según algunos profesores, eso era porque lo que querían valorar era la redacción. Y digo yo: ¿no sería mejor, entonces, hacer un examen de redacción? Me frustraba mucho, porque aunque antiguamente los traductores hicieran su trabajo sin Internet (y siempre lo diré, que yo les monto un altar sólo por eso), hoy en día es IMPENSABLE. Y que esa evolución no se refleje en las facultades de traducción me parece una tomadura de pelo.

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    1. ¿Y la redacción no se puede valorar escrita en Word? Ais, en fin, supongo que lo que nos hace falta es un cambio de mentalidad y animar a que la universidad contrate a más profesionales que sepan lo que tienen que valorar y dónde se tienen que concentrar a la hora de formar traductores.

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  2. Hola, yo creo que hay que matizar las cosas. Para empezar a traducir me parece mejor el sistema papel+boli y pasar más tarde a utilizar el ordenador y las herramientas de traducción asistida una vez que ya se tiene cierta experiencia y se puede comenzar a traducir textos con más miga, con lenguajes especializados. ¿Y por qué? Por la sencilla razón de que muchos estudiantes de TEI, procedentes de una generación en la que la lectura está en horas bajas, tienen muchísimas faltas de ortografía y de sintaxis al entrar en la universidad, y me parece mucho más pedagógico aprender a escribir de manera aceptable sin la ayuda del corrector ortográfico de Word o de San Google, como se nos forzaba a hacer en las asignaturas de lengua B y C cuando nos mandaban redacciones en lengua extranjera. En Francia, por ejemplo, se hacen exámenes con traducciones directas e inversas sin diccionario, y me parece un buen sistema si se alterna con otras pruebas ya con ordenador y medios de documentación para textos de mayor dificultad. Pienso que se debe hacer un uso racional de las herramientas informáticas; no son pocas las clases en las que estábamos a ordenador por alumno y no hacíamos gran cosa; de hecho es muy tentador usar Internet para entretenerse con otras cosas durante una clase que no tiene por qué ser forzosamente divertida. En cualquier caso, es cierto que los dos sistemas de enseñanza tienen que coexistir para una formación íntegra.

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    1. Por otra parte, es muy cierto lo que dices: hay una carencia importante en lo que respecta a las herramientas de traducción asistida en los estudios de Traducción, al menos en mi ciudad, nunca hemos realizado, por ejemplo, un proyecto de traducción en equipo con Trados, y eso es algo que nos habría venido muy bien... Pero supongo que en cuatro escasos años no da tiempo a tantas cosas... es una carrera "de fondo", con un aprendizaje muy largo.

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    2. Hola, Jesús:
      Yo entiendo lo que dices pero es que para mí el principal problema es que en la universidad y menos en una facultad de Traducción no deberían enseñarnos a escribir sin faltas de ortografía porque eso deberíamos haberlo aprendido ya antes de entrar a la universidad y eso me muestra un fallo en algún momento en la cadena educativa. Normalmente, cuando uno entra en Traducción, le piden hacer una prueba de Traducción donde demuestra que ya tiene conocimientos de los idiomas que va a manejar (a excepción de la lengua C, D, etc.), por ello, demostrar en un examen sin diccionario que sabe vocabulario de todo tipo cuando el día de mañana siempre va a tener que documentarse antes de traducir cualquier cosa, no me parece realista.

      Asimismo, y aunque suene muy ideal, lo normal no sería que una persona que quiere aprender use Internet en la universidad para otras cosas que no sean aprender la asignatura, pero lo dicho, eso sería en un mundo ideal donde toda la gente que va a la universidad lo hace con ganas de aprender y de prepararse bien para el futuro. No obstante, quiero creer que es así para la mayoría de universitarios.

      Un saludo y gracias por la respuesta.

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  3. Hola :)

    En mi opinión, los estudios de Traducción e Interpretación son tan amplios y abarcan tantas cosas que es muy difícil exigir que todos los docentes se dediquen a la traducción. En asignaturas como por ejemplo las propiamente orientadas a estudiar y analizar la cultura de los países en los que se habla nuestra lengua de trabajo, que el profesor sea traductor o no importa poco.

    Creo realmente que esa es una las mejores características de la traducción, que es una labor tan necesaria en todos los ámbitos de la vida, incluso los más cotidianos, que el traductor siempre tiene algo que aprender de todo y de todos. Sin embargo, no me cabe duda de que una asignatura de "traducción" propiamente dicha debe ser impartida por un traductor.

    Sobre lo de papel o no papel... Pues creo que es como si a un médico le enseñaran a hacer sangrías en la facultad porque curan todos los males (y no me refiero a las Don Simón precisamente). Si soy sincero, desde que salí de la universidad si cojo un lápiz es porque yo quiero, no porque realmente lo necesite para mi trabajo. Lo pasado, pasado está...

    Un saludo,

    Jeffrey Collado

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    1. Buenas :)

      Por supuesto, me refiero a los profesores que nos enseñan a traducir y a interpretar. Cuando aprendo historia, espero que me la enseñe un historiador y si me enseña además cultura, espero que esa persona haya vivido en el país correspondiente, ya que no hay mejor forma de entender la cultura que en su contexto. Por eso mismo, creo que no hay mejor forma de entender la Traducción que de la mano de un profesional.
      No estoy diciendo que no tengamos que tener profesores que se hayan dedicado exclusivamente a la investigación en la universidad, pero que hay que intentar buscar el equilibrio entre lo méramente teórico y lo méramente práctico.

      Un abrazo

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