La semana pasada, por segundo año
consecutivo, impartí el tema de localización de videojuegos en línea en el
Máster de Traducción Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Aunque aún me quedan unos cuantos
ejercicios de corregir, ha sido una gran experiencia y espero que también lo
haya sido para mis alumnos.
La localización de videojuegos es
un tema cada vez más recurrente en las aulas. Sin embargo, los videojuegos en
línea siguen siendo bastante desconocidos, a pesar de que hay mucho trabajo en
esta área.
Uno de los puntos que mencioné en
la unidad y que les llamó la atención a mis alumnos es el hecho de que haya
muchas empresas de videojuegos en línea que usen a sus “Community manager o
soporte del juego” como traductores.
Puede que resulte sorprendente,
pero muchas empresas pequeñas de videojuegos en línea siguen contratando a un “nativo
para todo”, al que primero le ponen como apoyo para su comunidad de jugadores
y, después, le piden que traduzca anuncios para el foro e incluso videojuegos
enteros. Por supuesto, esto ocurre principalmente en empresas muy pequeñas y, a
medida que crecen, van cambiando el modelo. En mi opinión, esto es un error
grave por varios motivos:
El primero es que no estás
contratando un profesional y, por tanto, no puedes esperar que la calidad de
las traducciones sea la esperada.
En segundo lugar, la comunidad de
jugadores se acostumbra a esas traducciones no realizadas por alguien
profesional y cuando pretendes traducir el juego por un traductor, este se
encuentra con muchos obstáculos por el camino. En los videojuegos en línea, la
comunidad de jugadores es muy importante y puesto que los juegos se nutren de
mantener contenta a esta comunidad, resulta esencial que las traducciones sean
aceptadas por los miembros de esta. Os pongo un ejemplo: cuando yo llegué a
Bigpoint, en el juego Seafight la taberna de los piratas se llamaba “pub”
porque así lo había traducido el soporte del juego que era quien traducía los
juegos al principio. Yo quise cambiar el nombre por “Taberna” y me topé con un
no por parte de la comunidad porque ya estaban acostumbrados a que los piratas
visitaran el “Pub”.
En tercer lugar, una persona no
puede hacerlo todo y al final se tiene que sacrificar un trabajo por el otro: o
ayudas a los jugadores o te esmeras en la traducción.
A menudo, estas personas no están
formadas en Traducción así que traducen a otro ritmo y basan sus decisiones en
su experiencia (ojo, no digo que esto sea malo), pero puede que no dominen
aspectos gramaticales, técnicos o estilísticos que un traductor profesional sí
dominaría.
El problema está en que la
empresa parte de la base de que todo aquel que es nativo en un idioma tiene la
capacidad de traducir y, al no tomarse en serio el tema de la traducción, al
final su producto no recibe la aceptación que merece entre el público
destinatario. Al final, el tratar de ahorrarse un puesto de trabajo termina
saliéndoles más caro. Por suerte, poco a poco, veo que las agencias reciben cada
vez más encargos de empresas de videojuegos en línea, es decir, este producto
se traduce cada vez más y, además, de manos de profesionales.