domingo, 26 de octubre de 2014

De bodas internacionales (parte II)

Hace unas cuantas semanas os empecé a hablar de mis experiencias en bodas en otros países o con un factor internacional (novia o novio de otro país) y hoy quería retomar este tema para hablaros de otras dos bodas.

Boda en Turquía (novia turca y novio holandés)

Hace unos años tuve la suerte de poder asistir a una boda entre un chico holandés y una chica turca en Izmir, Turquía, y la verdad es que esta boda fue muy diferente a todas las demás bodas a las que he ido. No hubo ceremonia como tal, tan solo unas palabras entre los novios y el beso, ya que ya se habían casado por lo civil, así que la boda comenzó con el banquete.

La comida era turca, por su puesto, así que estaba muy buena y muy especiada y la acompañamos con cerveza, eso sí, sin alcohol, ya que en las ceremonias turcas no se sirve alcohol y, sin embargo, no nos dimos cuenta hasta tomadas un par de cervezas (con lo que se nota que la San Miguel sin alcohol no tiene alcohol). Eso sí, no vayáis a pensar que se trata de un típico gran banquete como solemos hacer en España en el que nos sentamos y hasta que no nos hemos puesto hasta las trancas no nos levantamos para ir al baile. Durante todos los platos, hay música y no para escuchar, sino para bailar. Es decir, entre cuchara y cuchara, los invitados te sacan a bailar bailes tradicionales (normalmente en corro), así que los invitados interactúan durante toda la boda.

Como el baile se fue desarrollando durante la comida, cuando acabamos de cenar tan solo hubo un par de canciones más y la fiesta acabó. Mi consejo: llévate zapatos cómodos porque no vas a parar quieto en toda la boda.



En los bailes, los gestos típicos del novio son los siguientes: brazos extendidos mientras se chasquean los dedos y los pies siguen el ritmo de la música. La mujer, por su parte, mantiene los brazos cerrados y va haciendo movimientos circulares como invitando a que el novio se acerque a ella.

También se baila en corros (uno en la parte de fuera y otro en la de dentro) que se van cerrando y abriendo, y moviéndose en una dirección o en la otra. El que dirige los movimientos lleva un pañuelo.

Algo muy típico mientras bailan los novios es lanzarles monedas para desearles fortuna en su matrimonio.

Como esta boda tenía un novio holandés, los holandeses aportaron su granito de arena a los bailes tradicionales cantando una canción popular holandesa al novio.

Boda en Holanda (entre holandeses)

En junio de este año, fui a mi primera boda en Holanda, aunque si os digo la verdad al principio cuando me enteré del programa de la boda, me sentí un poco indignada, ya que vi que la boda tenía varias partes y no estábamos invitados a todas. Una vez que estuve en la boda, ya hablé con invitados y es que resulta que así suelen ser las bodas en Holanda, así que no hay motivo de indignación alguna porque se trata de un tema cultural.

La boda comenzaba con una ceremonia civil a la que podían asistir todos los invitados. Tras la boda civil había un cóctel, al que estaban invitados los familiares y algunos amigos. Tras el cóctel, había el banquete, al que estaban invitados los familiares y los amigos más cercanos y, para rematar, tras el banquete había un baile, al que tanto familiares, amigos más cercanos como el resto de invitados debían asistir. Es decir, el banquete es solo para los más cercanos y la fiesta es para todos.

La fiesta se hizo en un edificio muy bonito y contrataron a un grupo de música. Los novios daban la bienvenida a los invitados en la recepción del sitio y allí los invitados iban pasando a saludarles y les iban dando los regalos. Cuando acabaron, primero tomamos algo en un jardín y después subimos a ver al grupo y al baile. Durante el baile dieron pequeños aperitivos e hicimos el típico Photocall para que los novios tuvieran un recuerdo de la noche.



Me llamó mucho la atención que en un mismo día tengas tantas partes con tanta gente distinta, ya que tiene que ser bastante complicado decidir quién va a cada sitio, pero probablemente resulte mucho más económico. No obstante, cuando vas solo a la fiesta, te da la sensación de estar yendo a una fiesta normal, en la que los protagonistas van vestidos de novios, se pierde un poco la gracia de tener un día de boda. Los regalos son parecidos a Alemania, como la celebración no es tan grande, los regalos son más bien comedidos.

Esto es todo por hoy, amigos, espero que estéis pasando un buen fin de semana.